CLASIFICACIÓN
Y FILOGENIA DEL FILUM ONICÓFORA
Los onicóforos reciben en
los textos el nombre de “gusanos aterciopelados” (traducción de ve/ver worms) y
en la vida real el de gusanos o babosas. Los campesinos costarricenses conocen
estas “babosas con patas” que aún sobreviven en los cafetales (Monge-Nájera,
1996 a) y los matan siempre que surge la oportunidad, lo cual es casi nunca
pues son animales extremadamente escasos. Conocemos cerca de 130 especies
agrupadas en dos familias, la “sureña” Peripatopsidae (Chile, África del Sur y
Australasia) y la tropical Peripalidae (Antillas, México, América Central,
región norte de América del Sur, África ecuatorial occidental y sureste de
Asia) (Bouvier, 1905, 1907; Monge-Nájera, 1994). Viven en lugares húmedos y oscuros,
principalmente bajo hojarasca. dentro de microcavernas del suelo y bajo
piedras, troncos podridos y bromelias, a menudo a pocos metros de algún cauce
de agua (Picado, 1911, Endrody-Younga & Peck, 1983; Monge-Nájera &
Alfaro, 1995). Se alimentan de pequeños invertebrados que capturan mediante una
extraordinaria secreción gomosa que sale a presión de la parte cefálica y que
sirve también para defenderse de sus depredadores invertebrados y vertebrados,
que incluyen reptiles, aves y serpientes (Monge-Nájera et al., 1993). Los
onicóforos arborícolas fueron descubiertos en 1911 por el biólogo costarricense
Clodomiro Picado, quien publicó el hallazgo en una revista parisina. En la
oscuridad de la noche, la presa del onicóforo solamente siente la caída de una
especie de lluvia, que instantáneamente se convierte en una red pegajosa que la
inmoviliza. El onicóforo abre una herida en su víctima, libera sustancias
digestivas y finalmente bebe las entrañas licuadas. En cambio, si la presa es
muy pequeña, la traga entera (pintura de G. Ávalos). Los primeros onicóforos
fueron marinos (al contrario de todas las especies vivientes) y habitaron
comunidades ecológicamente diferentes de las actuales (la descripción que sigue
se basa en un manuscrito en desarrollo de Monge-Nájera y Hou). En el Cámbrico,
los lodazales someros donde había onicóforos eran dominados taxonómicamente por
los artrópodos y las esponjas. El género posterior pero también extinto
Helenodora, tenía ya la apariencia de un onicóforo moderno, pero se desconoce
si era marino o terrestre. Creemos que un onicóforo representa la etapa
intermedia entre el poliqueto marino y el miriápodo terrestre que dio origen a
los insectos. Aunque los onicóforos no son insectos, siempre han encontrado un
espacio en las obras de los entomólogos, quienes de alguna manera reconocen el
parentesco. Hace 500 millones de años, los onicóforos eran marinos y estaban
armados con placas y espinas. La pérdida del armamento, asociada con el cambio
a la vida en túneles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario